martes, 23 de septiembre de 2014

Malditos humanos (Cataluña, España, 11 de septiembre)

Yo no me siento humano. ¡Exijo libertad!
Veo como nos trata el planeta a mí y a los míos y he llegado a la conclusión: estoy harto. Estoy harto de la pobreza planificada para que haya riqueza residual. Estoy harto de las élites políticas. Estoy harto de que se queden con mi dinero unas personas que no considero mis semejantes. Estoy harto de que hablen en mi nombre cuando no me siento igual a ellos, y mucho menos representado por ellos. Ya me he cansado de la crisis, generada por sus decisiones. Del paro. De tener que alejarme de mi familia y no verla tanto como me gustaría. De que además no pueda decir todo esto muy alto porque además, los malditos, controlan los medios de comunicación.
No me siento humano. Malditos humanos. Creo que me odian, por eso estoy así. Así que me voy. Me voy a otro planeta y me independizo de los humanos. Seguro que así va mucho mejor la cosa. Y seguro que muchos se unen a mí, pues se van a dar cuenta de que por fin hemos encontrado al culpable, al enemigo común. Estos humanos nos han hecho profundamente infelices, así que, ¿qué mejor solución que alejarnos de ellos? Además esto se lo digo a algunos humanos y me contradicen… Creo que como no se den cuenta pronto, como me sigan tratando así, a mí y a los míos, no vamos a sentirnos humanos ninguno. Y a ver que hacen los humanos sin nosotros!
Lo que me hace dudar es que… en el fondo…muy en el fondo, todos somos humanos… ¿deberíamos cambiar todos? Vah, es utópico. Es imposible cambiarnos. Quiero decir cambiarlos. Cambiarnos. No sé. Suena a difícil de cojones. Seguro que la culpa es suya también, de que sea tan difícil.
No sé, que lío.
Malditos humanos.