Se levanta
el ultimo sol del año sobre la ciudad que ahora acoge mi día a día. La tropical
Panamá con sus peculiaridades y su optimismo diario me acompaña en mi paseo
matinal hacia el trabajo, y siento el calor del gran astro que tiene aquí esa
fuerza inaudita que reconocen hasta los ciegos cuando caminan bajo su luz.
Y tengo
tiempo para pensar en lo mágico de este día. Como en tan solo de unas horas se
pasa del final al principio. De lo agotado a la renovación, de la conclusión al
propósito, del resumen a la incertidumbre. Entonces inhalo una fuerte calada de
satisfacción, hincho mi pecho, y miro al cielo dorado de estas horas de la
mañana y con la voz en alto pero a un volumen que solo yo puedo reconocer, y
con media sonrisa en la cara digo lo que pienso y pienso lo que digo: gracias.
Todo lo que
se puede vivir en 12 meses y lo que te puede cambiar… te hace pensar en lo
relativo que es todo, tópica frase, típica para este día, pero no por ello
menos cierta. Para otros habrá sido un año rutinario, o difícil; o un año solo sobrevivido,
o un año bueno, quizás maravilloso… para mí ha sido un año de mil y una
experiencias…
El año que
fui a Barcelona el fin de semana más frío que la Capital del mediterráneo recuerda,
pero que disfruté como si no hubiese más. Gracias Eli, eres única; gracias Nat.
Os quiero.
El año de
escalar los Cárpatos polacos de la mano de mi hermano del alma y sentir como
corta el viento cuando este sopla a 40 bajo cero. Gracias Mat, bro, te echo de
menos, y te quiero.
El año de
decir adiós a la corbata y comprobar que se puede ser emprendedor, ambicioso y
serio trabajando en bermudas, gracias Ramón (gracias Lucas) suerte!
El año de
unirme a mi Padre, mi hermano y mis ancestros desde el guardiamarina Rull y
jurar derramar mi sangre por este país de luces y sombras que tanto quiero y
que llamo hogar, el año que jure la Bandera de España. Gracias padre, eres
grande.
El año de
redescubrir Londres y su cara más bohemia y fiestera, aunque todos saben que lo
importante es la compañía. Gracias otra vez Mateuko, gracia Jimmy, gracias
primo Nacho, y gracias a todos lo que compartisteis ese divertido viaje. Os
quiero a todos, joder hasta al guarro de Jimmy!
El año de
seguir admirándome de mi tierra, y comprobar como una pequeña provincia del sur
de Europa tiene tantos tesoros que nunca acabas de descubrirla totalmente.
Gracias Josemaridar, hermano, ompare, te tengo enfrente, pero… ya tu sabe!
El año de
Santander, de ser a la vez un currelillas de Bar y disfrutar de la comandancia
y de los amigos de toda la vida de mis padres (aunque los conozcan de solo hace
tres años) y de aprovechar a mi familia antes de un largo hasta luego. Gracias
Paterno, gracias Materna… gracias Fito, Piqui, José Antonio, Nanita, Ana, Pepe,
Glez Pinto en general y toda la tropa, gracias por hacer de esta época una
época maravillosa para mis padres.
El año de “La
Casa Grande de Cubas” y el mes anterior compartido con otro de mis hermanos. Que
buenos somos poniendo los 5 sentidos en pasarlo bien y aprovechar los días como
si fuesen a prohibir el disfrutar. Gracias Maikel, te odio a muerte.
El año que
mi familia siguió aprendiendo y creciendo, aunque todavía no conozca a los
nuevos. Vuestros logros me hacen sentir cada vez más cerca vuestro en alma,
hermanos de sangre y de ley. Gracias Sonso, gracias Jaime, gracias Sonsolitas,
gracias Álvaro.
Y el año en
que mi vida dio un cambio radical junto con unos compañeros de aventura de los
que me siento orgulloso, como lo estoy de mí mismo. Me da igual que haya opiniones
discrepantes: hay que echarle un par para jugarse todo a un salto. Gracias
Sergio, gracias Chemari, gracias Claudio, gracias Chimo. Sois mi familia de
ahuevaos y aventureros conociendo playas y junglas, aprendiendo cada día en casa
y en el trabajo, aprendiendo cada día lo importante que es ser optimista y lo
importante que es ser agradecido.
Por eso
este es un día que me gusta, porque es un día para encontrar un segundo entre
tus pensamientos…. Se pasa del final al principio. De lo agotado a la
renovación, de la conclusión al propósito, del resumen a la incertidumbre. Entonces
inhalo una fuerte calada de satisfacción, hincho mi pecho, miro al cielo y digo
lo que pienso y pienso lo que digo: gracias a todos por este 2012.