martes, 9 de junio de 2015

De la ilógica de las pasiones...

Es acojonante como la belleza y la atracción pueden nublar cualquier rastro de razón. Es ilógico e incomprensible que una mirada, que ciertas miradas, se sientan físicamente. Se sientan que signifiquen algo más. Sea o no una interpretación tuya, es increíble como puedes sentir que te está tocando algo; y con eso, unido a una voraz, instintiva, salvaje e intensa atracción pueda, aunque sea de forma temporal, hacer obviar todas las realidades. Esas realidades que hacen total y radicalmente imposible que se cumpla tu deseo. Que se cumpla de alguna forma ese jodido torbellino interno que te pide a gritos algo que sabes a ciencia cierta que no puede ser.

Quizá esa sea la esencia misma, quizá sea la razón de su intensidad.

Que ilógica es la pasión. Y más en verano.

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