Hoy quiero ser viajero. Dejar las cosas
ordenaditas donde estoy por si un día vuelvo y listo. Lo que pueda sacar de la
cartera, una mochila medio usada, la cámara de fotos, unas botas, un par de
pantalones, algo de abrigo, mi camiseta favorita (vale, y alguna otra), y un
libro. ¿Quién necesita más? Voy a recorrer continentes. Conocer gente nueva
cada día y sorprenderme. Comer, probar, reir, beber, fumar, salir, caminar,
parar, meditar. Viajero, no turista. Sé que me llenaría el corazón…
Pero igual hoy no… igual en poquito tiempo.
Hoy quiero ser emprendedor. A la mierda mi
trabajo actual en el que invierto muchas horas, mi talento y conocimientos, y
donde no me siento lo suficientemente reconocido. O si reconocido, pero no con
la proyección que merezco. Por lo que la solución es fácil: tengo la edad
suficiente y los contactos adecuados para montármelo por mi cuenta. Trabajar
sin horario cerrado y sin 30 días de mierda de vacaciones al año. Tengo tantas
ideas que me emociono como un niño. La voy a partir. Sé que me llenaría de
satisfacción…
Pero igual hoy no… igual en unos meses que
tenga listo el plan.
Hoy quiero ser fotógrafo y bloggero. Tengo
claro que tengo un romance pendiente en Nueva York. Me atrae su capitalidad. Su
soledad en la marabunta. Su increíble oferta cultural. Me perdería por sus calles
con mi cámara, un cuaderno, un boli, y a retratar con un punto de vista
diferente (vaya, otro más…) la ciudad que nunca duerme. Es como si en época del
imperio, no hubiese visitado Roma. ¿Cómo no hacerlo? Sé que Nueva York y yo
estamos hecho el uno para el otro...
Aunque claro, hoy no… igual después de ahorrar
algo…
Hoy quiero ser productor. No sé muy bien todo
lo que implica el trabajo de producción en el día a día. Pero se lo que disfruto
cada vez que he tenido la oportunidad de trabajar en una pequeña producción. Me
siento conectado con todas las decisiones que giran en torno a ellas. Desde
decisiones de dirección, de guion, de necesidades de “atrezo”, de selección de
equipos… Me encanta la idea de que cada cierto tiempo tu área de trabajo cambie
radicalmente. Hoy es un bosque, mañana la gran ciudad, pasado mañana el
interior de una cárcel. Vete tú a saber. Se puede ser tan creativo… Sé de sobra
que se me daría de cojones…
Pero igual hoy no… igual tengo que estudiar o
meterme poco a poco. Tiempo al tiempo.
Hoy quiero ser misionero. Esa es la respuesta.
Esta eterna búsqueda de felicidad, de algo que me estimule al 100% no la acabo
de encontrar porque siempre estoy centrado en mí mismo. En las necesidades que
yo quiero, yo necesito, yo aprecio… yo, yo, yo, yo… Darse a los demás tiene que
ser lo más gratificante que uno puede hacer con su vida. La conexión más
auténtica con Dios, porque Él también se dio a los demás. Además puedo ayudar
en tantas cosas… Desde ser un peón en lo que haga falta, hasta dar clases de
cualquier cosa a niños que lo necesiten. O llevar agua y alimentos a sitios
remotos. Se puede ayudar de tantas maneras. Mientras uno tenga la capacidad
física, debería ayudar a los demás. Sé que el alma me lo pide…
Pero igual hoy no… cualquier año de estos me
arranco.
Hoy quiero mejorar lo que ya tengo. Dejar de procrastinar
y hacer con toda la energía el trabajo por el que se me paga. Pero convencido
de verdad. Voy a conseguir que mis clientes consigan todos sus objetivos. Tengo
ideas para videos, para imágenes. Para nuevas formas de comunicación. En mis
dedos y teclado está hacerle su próximo “algo” viral. Y haciendo de eso mi
rutina seré lo que ya soy pero en su mejor versión, un creativo cotizado que se
mueva entre premios y festivales, dando clases en universidades y conociendo
las mejores agencias… Sé que es cuestión de echarle huevos…
Pero ahora igual ahora no… ahora voy un segundito a abrir mi Facebook…
Hoy quiero volver a casa. Se acabó. Se acabaron
las pajas mentales y el aplazar algo que necesito en mi día a día. Necesito
sentir cerca a mi familia. No me quiero perder la infancia de mis sobrinos, la
madurez de mis padres, el crecimiento de mis hermanos. Quiero volver a sentir
el patriotismo de la única manera que con el tiempo he llegado a creer que es
la única posible, sana y sin rival: conocer mi país de arriba abajo. Mi gente. Nuestro
día a día y volver a sentir lo que significa estar en casa. Poder contar con
tanta gente que me quiere en cualquier momento… Sé qué voy a volver tarde o
temprano…
Pero igual hoy no… el año que viene suena bien.
Hoy quiero ser escritor. No de publicidad… de
una novela. Creo que era Hemingway el que decía que lo único que puede hacer
buena una novela es que sea sincera. Y yo se escribir sinceramente, para contar
mi visión, mi estilo, mi…
Hoy quiero ser actor. No sé cuánto tiempo llevo
con un nudo en el estómago que me dice que sabría expresarme, hacer reír,
conectar con la gente… sé que…
Hoy quiero hacer una app…
Hoy quiero ser convencional. ¿Ser padre?
Hoy quiero vivir en el Puerto
Hoy quiero estudiar un máster
Hoy quiero… ¿qué? ¿Qué quiero hoy?
¿Y mañana?
Mañana no sé qué quiero ser. Hoy, por lo menos,
soy soñador.
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